Una combinación maravillosa entre el relleno de natillas y fresas y el glaseado de frambuesa, con un bizcocho muy suave y esponjoso. Y aunque yo lo he presentado como mini pastelitos, se puede presentar perfectamente como un pastel para cualquier celebración. Éxito asegurado.
INGREDIENTES:
- BIZCOCHO:
- 175 gramos de mantequilla reblandecida más un poco para forrar el molde.
- 175 gramos de azúcar glas.
- 3 huevos.
- 215 gramos de harina de repostería.
- 1 sobre de levadura.
- 3 cucharadas de leche.
- RELLENO:
- 2 cucharadas de natillas en polvo.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 1 yema de huevo.
- 2 cucharadas de azúcar glas.
- 150 ml. de leche.
- 100 ml. de nata para montar.
- fresas cortadas en láminas.
- GLASEADO:
- 150 gramos de mermelada de frambuesa sin pepitas.
- 2 cucharadas de azúcar glas.
- DECORACIÓN:
- fresas, frambuesas, nata montada, cerezas...
PREPARACIÓN:
- Para preparar el bizcocho, precalentar el horno a 180ºC.
- El molde que vayamos a utilizar hay que forrarlo con papel de horno. Para ello, untamos el molde con mantequilla y pegamos encima el papel.
- Ponemos en un bol la mantequilla, el azúcar glas, los huevos, la harina, la levadura y la leche y batimos con unas varillas manuales hasta que todos los ingredientes se hayan integrado y obtengamos una mezcla homogénea.
- Lo vertemos en el molde y horneamos durante unos 30 minutos o hasta que al pincharlo con un cuchillo éste nos salga limpio.
- Lo sacamos del horno, lo dejamos enfriar un poco y lo desmoldamos para que termine de enfriarse.
- Para el relleno, mezclamos en un bol las natillas en polvo, la vainilla, la yema de huevo y el azúcar.
- Calentamos en un cazo la leche y la nata hasta que casi alcancen el punto de ebullición, luego lo vertemos sobre la mezcla de natillas, removemos y cuando se haya integrado todo lo devolvemos al cazo y calentamos a fuego suave y sin dejar de remover hasta que espese.
- Lo vertemos en otro recipiente y lo tapamos con film transparente procurando que el plástico toque la superficie de las natillas para que al enfriarse no se forme una costra.
- Cortamos el bizcocho en dos. Cubrimos una parte con las natillas y con las fresas laminadas encima. Tapamos con la otra mitad del bizcocho.
- A continuación preparamos el glaseado. Si no encontramos mermelada de frambuesa sin pepitas, colamos la mermelada con ayuda de una mano de mortero hasta que hayamos quitado las semillas.
- Luego, la ponemos en un cazo junto con el azúcar y calentamos a fuego lento removiendo constantemente hasta que el azúcar se disuelva. Dejamos que hierva durante 2 o 3 minutos o hasta que el glaseado espese.
- Extendemos sobre el pastel cuando todavía esté caliente con cuidado y dejamos que se enfríe.
- Cortamos el pastel en porciones y servimos decorados con frutos del bosque o con lo que queráis.
¡¡¡ESPERO QUE OS GUSTE!!!

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